miércoles, 14 de julio de 2010

Los signos de puntuación y los usos de las letras

Los signos de puntuación

Los signos de puntuación indican pausas obligatorias, delimitan las frases y los párrafos y establecen la jerarquía sintáctica de las proposiciones, consiguiendo así estructurar el texto, ordenar las ideas y jerarquizarlas en principales y secundarias, y eliminar.
Los principales signos de puntuación son el punto, la coma, el punto y coma, las comillas, los paréntesis, los signos de interrogación, los signos de exclamación, los puntos suspensivos y la raya.

El punto

El punto (.) es el signo de puntuación que se coloca al final de los enunciados y las oraciones gramaticales en el español, además de en la mayoría de los lenguajes con el alfabeto latino. Se escriben sin dejar espacio de separación con el carácter que precede, pero dejando un espacio con el carácter que sigue a continuación, a no ser que dicho carácter sea de cierre. Existen tres clases de punto: el punto y seguido, el punto y aparte y el punto final.

Punto y seguido: Separa enunciados dentro de un párrafo. Quiere decir que se continúa escribiendo a continuación del punto; la primera letra escrita en este caso irá en mayúsculas. Por ejemplo: «Historia de España. El descubrimiento de América». Se denomina punto y seguido, nombre más lógico y recomendable que el también usual de punto seguido.

Punto y aparte: Separa dos párrafos de contenido diferente dentro del texto. A continuación hay que comenzar a escribir en línea distinta. Para seguir las normas se debe colocar sangría a la primera línea de texto del nuevo párrafo. Se denomina punto y aparte, aunque en algunas zonas de América se dice punto aparte.

Punto final: Siempre se coloca al final, cerrando un texto o enunciado. No es correcta la denominación punto y final, creada por analogía de las correctas punto y seguido y punto y aparte.

La coma

La coma (,) es un signo de puntuación que señala una breve pausa dentro del enunciado. Se emplea para separar los miembros de una enumeración, salvo los que vengan precedidos por alguna de las conjunciones y, e, o, u o ni. Por ejemplo:

—Mi casa tiene muebles, mesas y cuatro camas.

Hay tendencias que admiten su uso para separar dos miembros independientes de una oración, haya o no conjunción entre ellos, siempre y cuando sean realmente independientes; pues, si no, estaríamos en el caso anterior:

—Los soldados saludaban, la gente aplaudía y los niños no paraban de cantar.

También se utiliza para delimitar una aclaración o inciso:

—Nacho, mi primo, acaba de conseguir su primer empleo.

Dos puntos

Este signo de puntuación (:) representa una pausa mayor que la de la coma y menor que la del punto. Detiene el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue, que siempre está en estrecha relación con el texto precedente.[2] Un uso importante y frecuente de este signo es introducir citas textuales (uso que a veces se le atribuye incorrectamente a la coma).

El punto y coma

El punto y coma (;) es un signo de puntuación; gramaticalmente, se utiliza para unir dos oraciones relacionadas en una sola frase (yuxtaposición):

—María estaba apenada por el examen. + María tendrá que estudiar más. = María estaba apenada por el examen; tendrá que estudiar más. —Está lloviendo mucho. + No podremos ir caminando. = Está lloviendo mucho; no podremos ir caminando.

Generalmente se puede sustituir por construcciones del tipo:

—María estaba apenada por el examen y tendrá que estudiar más. —No podremos ir caminando porque está lloviendo mucho.

También sirve para separar los elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones que incluyen comas:

—Había que estar en contacto con la naturaleza; dejar entrar el cielo, el mar y el viento; dormir sobre tablones, sobre el suelo; sentarse en sillas medio rotas.

Además, se usa delante de las conjunciones o locuciones como pero, más, aunque, sin embargo, por tanto y por consiguiente cuando los períodos tienen cierta longitud:

—Creemos en la creatividad y la ruptura de los opresores cánones antiguos como medio de vida; no obstante, somos conscientes de que es necesario mantener un mínimo de tradición en nuestros trabajos.

Reglas para el uso de letras mayúsculas.

Se escribe con mayúscula:
La primera palabra de un escrito y después de punto seguido o aparte.
Ej.: El camión circulaba despacio. Los coches lo adelantaban por la izquierda.
En el horizonte se divisaban las montañas nevadas.
Después de dos puntos, cuando se citan palabras textuales.
Ej.: Dice el refrán: "Días de mucho, vísperas de poco".
A continuación del saludo de las cartas.
Ej.: Mí querido amigo:
Recibí tu felicitación...
La primera palabra que sigue al signo de cierre de interrogación (?) o exclamación (!); a no ser que lleve coma.
Ej.: ¿Cómo? Habla más alto. ¡Qué alegría! Vente pronto.
Los nombre, apellidos, sobrenombres y apodos de personas.
Ej.: Juan, Fernando III el Santo, Pérez, Guzmán el Bueno.
Los nombres propios de animales y cosas.
Ej.: Rocinante, España, Amazonas, Everest.
Los artículos y adjetivos que forman parte del nombre propio.
Ej.: El Escorial, Buenos Aires, El Salvador.
Los títulos, cargos, jerarquías y dignidades importantes si se refieren a una persona determinada y si no van acompañados del nombre de la persona a quien se refieren.
Ej.: Sumo Pontífice, Duque, Presidente, el rey Juan Carlos I.
Los tratamientos de cortesía, especialmente si van en abreviatura, con la excepción de usted si va escrita la palabra entera.

Reglas sobre el uso de la b

* Se escriben con B las terminaciones del Pretérito Imperfecto del Modo Indicativo del verbo Ir y los verbos terminados en AR.
Ejemplos: Amar - amaba; Ir - iba; soñar - soñaba; pasear - paseaba.
* Se escriben con B, las terminaciones en, banda,
Excepciones: movilidad, civilidad
Ejemplos: vagabundo, nauseabunda, amabilidad, afabilidad, habilidad.
*Se escriben con B, las palabras que inicien con Abu,
Excepciones: avugo, avulsión, avutarda, avocar, avocastro, avocatero.
Ejemplos: ebúrneo, ebullición, abuso, aburrido, abultado, abominable.
* Se escriben con B , las palabras que comienzan con bur, bus, buz.
Ejemplos: burla, buzo, buscar, buzón, burócrata, busto.
* Se escriben con B las palabras que lleven rr en su escritura.
Excepciones: ferroviario, corrosivo, verruga, correctivo, verrojo.
Ejemplos: barrer, arrabal, borrador, becerro, berrear, burro.
* Se escriben con B, las palabras que empiecen con es.
Excepciones: esvástica, esviaje, esvarón.
Ejemplos: esbozar, esbelto, esbarizar, esbirro, es bronce.
* Se escribe B después de la letra m.
Ejemplos: ombligo, ambulancia, embellecer, imborrable, imberbe, imbuir.
* Se escriben con B los verbos que terminan en aber y sus conjugaciones.
Reglas uso de la g j
* Se escriben con G, el grupo gen, forme o no sílaba única.
Excepciones: comején, ajeno, enajenar, berenjena, avejentar,
Ejemplos: gente, genciana, genealogía, generación, ingente, genética, gentilicio, ingenio.
* Se escriben con G, los verbos terminados en ger , gir.
Excepciones: tejer, crujir, grujir, brujir.
Ejemplos: coger, mugir, regir, proteger, fingir, rugir.
* Se escriben con G, los tiempos de los verbos que llevan esta letra en el infinitivo.
Excepciones: las conjugaciones de los verbos terminados en ger -gir, que ante vocal a, o transforman la G en J.
Ejemplos: agilizó, agotamos, igualarán, aguzaré, agrando, agitan, agradó.
* Se escriben con G, las palabras que terminan en logia.
Ejemplos: tecnología, ontología, metodología, geología, oncología.
* Se escriben con G, las palabras terminada. en, genio.
Ejemplos: evangélico, vigésimo, ingenio, octogenario, octogésimo.
* Se escribe con G la sílaba ges.
Excepción: majestad y sus derivados.
Ejemplos: gesticular, gesto, gestación, gestión, gestor.
-Se escribe ge Ejemplos: geopolítica, geografía, geoide, geógrafo, geología, geometría.
* Se escribe con G la sílaba gi.
Excepciones: jirafa, ají, vejiga, jinete, jilguero.
Ejemplos: agilidad, página, gigante, ginecólogo, gimnasio.
* Se escriben con G, las palabras que terminan en , algia.
Ejemplos: nostalgia, desprestigiar, elogiar, plagiar, contagiar, neuralgia.
* Se escriben con J, los tiempos de los verbos cuyo infinitivo no tienen g ni j.
Ejemplos: sustraer - sustrajo, contradecir - contradije, inducir - indujo traer - trajimos, decir - dijimos.
* Se escribe con J la terminación. Jera, jeria.
Excepción: ligero.
Ejemplos: cerrajería, pasajero, mensajero, extranjero, relojero, tijera, relojería, brujería.
* Se escriben con J, las terminaciones en aje y las que inician con eje.
Excepciones: ambages, enálage,
Ejemplos: viaje, salvaje, vendaje, equipaje, lenguaje, ejercer, ejecución, ejemplar.
* Se escriben con J, los tiempos de los verbos que llevan j en su infinitivo.
Ejemplos: objetar - objetamos, tejer - tejo, injertar - injertaron, injuriar - injurio, jurar - juraron, cojear - cojeamos, manejar - manejamos, encajar –
La lengua
.
la lengua, por su parte, es un código, es decir, un conjunto de señales sonoras y las reglas que sirven para combinar estas señales y producir un inventario infinito de mensajes. Por ejemplo, el castellano, el inglés, el catalán o el swahili. Esto es: una serie de morfemas que se combinan de determinada manera para formar palabras, y las reglas de que se sirve la lengua en cuestión para formar sintagmas, oraciones y textos. Saliéndonos de los tecnicismos lingüísticos, una lengua es un idioma, cualquier idioma.
Existe cierta confusión porque en inglés, que es la principal lengua científica en estos tiempos, la palabra para lengua es lenguaje, que sirve también para definir nuestro lenguaje. Pero en castellano, amigos examinantes, una lengua es un idioma, el conjunto de sus palabras y el conjunto de las reglas mediante las cuales estas se combinan para formar mensajes.

El habla,

Por su parte, es la realización particular que tiene la lengua en una región concreta, e incluso en un individuo concreto (lo que en este caso se llama idiolecto). Por ejemplo, podemos hablar del habla de Argentina y el de Uruguay, que son muy similares, y pertenecen al mismo dialecto, pero que tienen diferencias.
Las hablas consisten normalmente en diferencias di atópicas (es decir, dadas por las diferentes zonas geográficas).
Otra concepción de habla es la de la realización de la lengua. Para entendernos: la lengua no es algo físico, sino una capacidad abstracta que tenemos de generar mensajes en un idioma concreto, aunque no digamos todos esos posibles mensajes a lo largo de nuestra vida. Por ejemplo, en la lengua castellana existe la capacidad de decir la oración «El camino de baldosas amarillas me llevará hasta la casa de la bruja del oeste», pero esto no es habla. Una vez que la decimos, es decir, que la realizamos, esta oración se convierte en habla.
El habla consiste en todos los mensajes que una persona o una sociedad emite a lo largo de su vida o de su historia. La lengua, sin embargo, abarca la totalidad de los mensajes que se pueden teóricamente emitir con las unidades y las reglas de esa lengua concreta.

Las diferencias entre lenguaje, lengua
y habla son muy importantes a la hora de adentrarnos en el estudio del lenguaje y de la lingüística. Vamos a intentar dar unas definiciones básicas que nos permitan discernir unos conceptos de otros.
Podemos entender el lenguaje como la capacidad de poder establecer comunicación mediante signos, ya sean orales o escritos. De esta manera, el lenguaje presenta muchísimas manifestaciones distintas en las diversas comunidades que existen en nuestro planeta. Estas manifestaciones son lo que conocemos por lenguas o idiomas, como el español, el inglés, el francés o el alemán. No sería correcto hablar, por tanto, de “lenguaje español” o de “lenguaje francés”. Es importante saber emplear los términos con la precisión que merecen.
Por otro lado, la lengua es, como hemos dicho, un sistema de signos que los hablantes aprenden y retienen en su memoria. Es un código, un código que conoce cada hablante, y que utiliza cada vez que lo necesita (que suele ser muy a menudo). Este código es muy importante para el normal desarrollo de la comunicación entre las personas, pues el hecho de que todos los hablantes de una lengua lo conozcan es lo que hace que se puedan comunicar entre sí.
Y, entonces ¿qué es el habla? Es la plasmación de lo anterior, la recreación de ese modelo que conoce toda la comunidad lingüística. Es un acto singular, por el cual una persona, de forma individual y voluntaria, cifra un mensaje concreto, eligiendo para ello el código, los signos y las reglas que necesita. Dicho de otra manera, es el acto por el cual el hablante, ya sea a través de la fonación (emisión de sonidos) o de la escritura, utiliza la lengua para establecer un acto de comunicación.
Entre la lengua y el habla se establece una especie de estrato intermedio que los lingüistas entienden como norma. La norma es lo que nos impide emplear algunas formas lingüísticas que, ateniéndonos a la lógica de la lengua, podrían ser correctas. Ocurre cuando un niño dice ande, en lugar de anduve, de la misma manera que diría jugué, miré o canté. Este tipo de normas tiene origen histórico y, así consideradas, no constituyen ninguna irregularidad. La norma impone desvíos en determinados aspectos de la lengua que todos aceptamos, pero el hablante no tiene por qué conocerlos en un principio y por eso es tan común que, entre los que están aprendiendo, surjan este tipo de errores.
El lenguaje
El lenguaje se configura como aquella forma que tienen los seres humanos para comunicarse. Se trata de un conjunto de signos, tanto orales como escritos, que a través de su significado y su relación permiten la expresión y la comunicación humana.
El lenguaje es posible gracias a diferentes y complejas funciones que realiza el cerebro. Estas funciones están relacionadas con lo denominado como inteligencia y memoria lingüística. La complejidad del lenguaje es una de las grandes diferencias que separan al hombre de los animales, ya que si bien estos últimos también se comunican entre sí, lo hacen a través medios instintivos relacionados a diferentes condicionamientos que poca relación tienen con algún tipo de inteligencia como la humana.
Otra característica del lenguaje es que éste comienza a desarrollarse y a cimentarse a partir de la gestación, y se configura según la relación del individuo con el mundo que lo rodea. De este modo, aprende a emitir, a escuchar y a comprender ciertos sonidos y no otros, planificando aquello que se pretende comunicar de una manera absolutamente particular.
Como bien sabemos existen muchos lenguajes diferentes, con lo que nos referimos a la diversidad de idiomas que existen alrededor del mundo. Los investigadores no han encontrado aún alguna lengua primitiva que se comporte como la madre de todas las demás, sin embargo, se han desarrollado múltiples hipótesis que explican al lenguaje como el resultado de ciertas relaciones psicofísicas que nacen a partir de las sensaciones, tanto visuales como auditivas. Otra rama de hipótesis plantea que el lenguaje se deriva de una evolución natural en la que convergen el entorno social y las necesidades humanas que de ahí aparecen. Las teorías modernas apuntan a que el leguaje es parte integral de nuestro cerebro, por lo que se va a manifestar de una forma u otra, y la educación lo que hace es desarrollar este impulso y habilidad latentes en nosotros.
A pesar del desconocimiento del origen del lenguaje, lo único que es posible afirmar es que resulta absolutamente imposible definirlo en forma acotada, ya que se trata de una facultad humana que evoluciona constantemente ante la aparición de nuevas necesidades de expresión. De este modo, no existe ninguna lengua que pueda decirse completa, ya que no existe alguna que logre expresar la totalidad de sensaciones, sentimientos e ideas que siente el ser humano

Características del Lenguaje
Característica del lenguaje es que éste comienza a desarrollarse y a cimentarse a partir de la gestación, y se configura según la relación del individuo con el mundo que lo rodea. De este modo, aprende a emitir, a escuchar y a comprender ciertos sonidos y no otros, planificando aquello que se pretende comunicar de una manera absolutamente particular.
Como bien sabemos existen muchos lenguajes diferentes, con lo que nos referimos a la diversidad de idiomas que existen alrededor del mundo. Los investigadores no han encontrado aún alguna lengua primitiva que se comporte como la madre de todas las demás, sin embargo, se han desarrollado múltiples hipótesis que explican al lenguaje como el resultado de ciertas relaciones psicofísicas que nacen a partir de las sensaciones, tanto visuales como auditivas. Otra rama de hipótesis plantea que el lenguaje se deriva de una evolución natural en la que convergen el entorno social y las necesidades humanas que de ahí aparecen. Las teorías modernas apuntan a que el leguaje es parte integral de nuestro cerebro, por lo que se va a manifestar de una forma u otra, y la educación lo que hace es desarrollar este impulso y habilidad latentes en nosotros.
A pesar del desconocimiento del origen del lenguaje, lo único que es posible afirmar es que resulta absolutamente imposible definirlo en forma acotada, ya que se trata de una facultad humana que evoluciona constantemente ante la aparición de nuevas necesidades de expresión. De este modo, no existe ninguna lengua que pueda decirse completa, ya que no existe alguna que logre expresar la totalidad de sensaciones, sentimientos e ideas que siente el ser humano

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